Leyenda polaca
El dragón de Wawel
Esta leyenda polaca habla de la colina de Wawel, bajo la cual se asentó un terrible dragón que asoló toda la campiña. Sin embargo, el pueblo consiguió derrotar al dragón gracias al ingenio de un zapatero corriente.
Hace muchos años, un puma negro vivía en México. Tenía una fuerza increíble y todos los demás animales le tenían mucho miedo. Por supuesto, el puma lo sabía muy bien y a menudo asustaba a los animales más débiles solo por diversión. A veces se limitaba a rugir ferozmente, otras veces caminaba con sigilo por las ramas de los árboles para luego saltar inesperadamente justo delante de un animal temeroso, que huía despavorido. El puma disfrutaba mucho con sus bufonadas, pero los demás ya estaban hartos de su comportamiento.
Un día, mientras el puma corría por la estepa, pateó la morada de un pequeño saltamontes que quedó destruida de un solo golpe.
El valiente saltamontes le espetó inmediatamente al puma: —¿Crees que lo que hiciste estuvo bien? Todos estamos hartos ya de tu arrogancia y tu mal comportamiento.
—¿Cómo te atreves a hablarme así? —El puma rugió con tal fuerza que seguramente pudo oírse muy lejos de allí. —¡Un insecto insignificante no va a decirme a mí cómo debo comportarme!
Sin embargo, el saltamontes no cedió y se puso a gritar lo más alto que pudo con su aguda voz: —¡Me destruiste la casa entera! Tendrás que rendir cuentas de tus actos.
El puma solo se limitó a reír: —¡Quítate de en medio de una vez! Tengo cosas más importantes que hacer que ocuparme de ti.
Pero el saltamontes no estaba dispuesto a rendirse: —Ya que eres tan valiente y fuerte, te reto a un duelo. Mañana a esta misma hora nos encontraremos aquí mismo. Yo reuniré a mis tropas y tú a las tuyas. A ver quién gana.
El puma aceptó, incapaz de imaginar cómo un simple insecto podría derrotarle.
Acto seguido, los dos fueron a reunir a sus tropas de combate.…