Todos tenemos esta habilidad única: podemos adentrarnos en nosotros mismos. Todo lo que tenemos que hacer es establecer una conexión. Nuestra respiración, que también tiene poderes curativos, puede ayudarnos a hacerlo. Llena todo nuestro cuerpo, cada órgano y cada célula con más energÃa.
Puedes conectarte con tu respiración en cualquier momento y en cualquier lugar. Puede ayudarte a resolver muchas dificultades en la vida. Simplemente deja que tu respiración te tranquilice y te calme mientras diriges tu atención hacia tu interior. La respiración es tu mejor amiga y nunca te defraudará. Puedes confiar en ella en muchas situaciones.
Intentémoslo ahora. Acuéstate boca arriba en tu cama. Asegúrate de estar a gusto: no debes sentir ni mucho frÃo ni mucho calor. Borra cualquier pensamiento de hoy; no los necesitarás en absoluto. Solamente piensa en cómo tus pies y manos tocan las sábanas, cómo tu cabeza descansa sobre la almohada. FÃjate cómo la ropa que llevas puesta toca tu piel.
Ahora cierra los ojos y concéntrate solamente en tu respiración. Siente su velocidad. Es posible que escuches el aire que fluye a través de la nariz hacia los pulmones y que luego sale nuevamente. Por un rato, enfócate solamente en este momento.
Puedes sentir que tu pecho se eleva cuando inhalas y vuelve a bajar cuando exhalas. Inhala, exhala. Lentamente, deja todos tus pensamientos de lado y enfócate solamente en tu pecho mientras se eleva y luego vuelve a bajar.
Tampoco tienes que fijarte en qué tan larga o rápida es tu respiración en este momento. Respira naturalmente y de la forma en que lo haces ahora. Imagina que con cada respiración tus pulmones se llenan de energÃa vital que recorre todo tu cuerpo.
El aire que fluye mejora tus células y limpia cada parte de tu cuerpo.…