Se decía que un sapo legendario llamado Kuartam vivía en lo profundo de la selva ecuatoriana. No era un sapo cualquiera. A pesar de parecerse a todos los demás, poseía un poder extraordinario. Cada vez que alguien se burlaba de él o lo molestaba, ¡Kuartam se convertía en jaguar!
Se trata de un cuento muy antiguo: ninguno de los miembros de las tribus locales había visto jamás un sapo así. Los más jóvenes ni siquiera creían que existiera. Sin embargo, en algunas partes de la selva tropical, de vez en cuando, se escuchaba un terrible y desgarrador rugido.
Una noche, cuando uno de los jóvenes cazadores se disponía a salir a cazar, una sensación extraña se apoderó de su esposa. De repente se acordó de la vieja leyenda del sapo y le dijo a su esposo: —¡Cuidado allí afuera! Hagas lo que hagas, no provoques a Kuartam, y, sobre todo, ¡no te burles de él! ¡No te atrevas!
Pero su esposo sólo se rio. No creía en esos viejos cuentos. Aun así, prometió a su esposa que no molestaría a ningún sapo. Le aseguró que solamente iba a cazar y que cuando uno caza no hay tiempo para jugar. Se despidieron y el joven se adentró en lo profundo de la selva.
A la luz de la luna, se abrió paso por la densa maleza con un machete, buscando animales para cazar para poder comer algo más que fruta al día siguiente. Hasta ahora sólo había visto una serpiente que se deslizó rápidamente entre la espesura y desapareció. Algunos ratoncitos se escabullían entre sus pies, pero nada más. Nada que valiera la pena.
El hombre vagaba cansado por la jungla. Cuando llegó hasta un claro, se sentó en una gran piedra. Escuchó durante un…