Cuento chino
Un nombre muy largo
Las soluciones más sencillas pueden ser las más eficaces. Según una antigua leyenda china, cuanto más largo era el nombre que se le daba a una persona, más feliz y duradera serÃa su vida.
Hace muchÃsimo tiempo, en lo que hoy es la India, habÃa grandes campos de arroz, igual que los hay ahora. Sin embargo, en aquella época no se veÃa a ningún campesino en los campos trabajando duro y recogiendo las cosechas. Solo se percibÃa el viento que soplaba justo por encima de las espigas de arroz y creaba unas olas extraordinarias. Por aquel entonces, el arroz no tenÃa el aspecto y la forma que conocemos hoy en dÃa. Los granos de arroz eran mucho más grandes. Tan grandes que un hombre podÃa saciarse con un solo grano. Asà que, aunque en aquella época ya vivÃa mucha gente en la India, nadie pasaba hambre. La gente vivÃa bien y estaba contenta. Además, los campesinos no tenÃan que trabajar duro en los arrozales porque tenÃan una gran ventaja: no era necesario cosechar los granos, porque cuando se ponÃan maduros, se separaban de la planta y rodaban solos hasta los graneros. Y esta era la razón por la que los campesinos construÃan sus graneros de arroz justo al lado de los campos. Asà era más fácil que el arroz rodara directamente a los almacenes.
Todo marchaba perfectamente hasta que llegó un año realmente excepcional. La cosecha fue enorme, sin precedentes. Las plantas tenÃan un tamaño extraordinario y los granos de arroz eran tan inusualmente grandes que nadie los habÃa visto nunca mayores. Los tallos se doblaban literalmente bajo el increÃble peso.
Los campesinos eran conscientes de que sus graneros serÃan demasiado pequeños para albergar toda esa extraordinaria cosecha, puesto que incluso en años anteriores sus almacenes habÃan estado a punto de reventar. Por lo que se pusieron manos a la obra rápidamente y comenzaron a ampliar sus graneros. SabÃan que una buena cosecha era una bendición, asà que querÃan almacenar cada…